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La "piel vegana y a base de plantas" esta muy de moda. Existen muchas marcas y medios afirmando que es una alternativa sostenible a la piel tradicional. Pero, un momento, ¿es realmente sostenible?
El truco del nombre:
En un principio a la piel falsa se le llamaba "pleather" (plastic leather). En la década de 2010, tuvo un cambio de imagen y se convirtió en "Vegan Leather". Bonito nombre, ¿verdad? Te hace pensar que es bueno con los animales. Sin embargo, el gran secreto es que es simplemente PLÁSTICO.
Problemas del plástico:
La llamada piel vegana está hecha de plástico, poliuretano (PU) o cloruro de polivinilo (PVC) para ser precisos. Estos plásticos provienen del petróleo o gas, no exactamente muy eco-friendly con el planeta.
Plant-based/ Bio-based Leather:
Para solucionar el problema del plástico, algunas marcas han empezado a utilizar telas hechas con mezclas de plantas. Suena más atractivo, ¿verdad? Puedes haber visto marcas que venden zapatos hechos a base de plantas como uva, cactus, piña, manzanas, hongos, etc.
Sin embargo, en su mayoría estas pieles a base de plantas, usan recubrimientos de plástico (PU) en muy altos porcentajes, necesarios para darle al material las propiedades requeridas para el calzado, como flexibilidad, resistencia y durabilidad. Tiene sentido que la piel de manzana o uva... no tenga la resistencia necesaria para ser utilizada por sí sola. En general, la materia vegetal se procesa en una sustancia que se aplica a un textil y se recubre con PU, haciendo de estos productos una especie de sándwich vegano-textil-plástico.
Aunque suena ecológico, la mezcla de materiales naturales y plástico da como resultado productos que no son ni reciclables ni biodegradables. Imagina un material que no se puede reciclar como el plástico ni compostar como los materiales naturales. Es un gran dilema.
Por eso, los híbridos de plantas y plástico son lo peor de ambos mundos.
El Engaño del Plástico:
Las marcas y proveedores están anunciando el Vegan y Plant-based como algo meramente sostenible, lo que hace que el consumidor se sienta bien al pensar que es bueno para el medio ambiente. Pero si estás comprando vegan o plant-based leather, necesitas saber que estás comprando PLÁSTICO.
¿La desventaja? No dura mucho, termina en vertederos y daña el medio ambiente. Imagina el daño que hace a nuestros océanos y animales al fin y al cabo. El plástico en estos materiales, se descompone en partículas diminutas que terminan en nuestros océanos, agua potable y suelos. Así que, cuando compres unas "zapatillas veganas o zapatos bio/vegetales", podrías estar contribuyendo sin saberlo a un problema mayor para el planeta.
En busca de una sostenibilidad real:
Para moda realmente ecológica, es crucial buscar materiales libres de plástico o, alternativamente, recoger plástico para fabricar telas. En algunas ocasiones, hemos incorporado plástico en nuestras colecciones a través de nuestro proyecto Save the Ocean, colaborando con Seaqual para convertir los plásticos recogidos en el mar en telas. Aunque reconocemos que estas telas no ofrecen la misma comodidad, flexibilidad y calidad que la piel, creemos que merecen la pena debido al valor que aportan para nuestro planeta.
Por ahora, sigo considerando que la piel tradicional es una mejor opción hasta que haya materiales con cualidades similares y más sostenibles.
He sido vegana durante más de 15 años y, honestamente, fabricar zapatos de cuero tradicional me parece más sensato, incluso con la aparente contradicción, que hacerlos de plástico. Prefiero usar piel genuina de origen local, siempre con certificación como subproducto de la industria alimenticia.
Tanto las pieles veganas como las a base de plantas están muy lejos en durabilidad en comparación con la piel. Si las empresas tienen que fabricar más productos y los consumidores tienen que comprar más productos porque los materiales no duran tanto ¿es realmente sostenible? Además, el cuero es biodegradable, mientras que el plástico puede tardar hasta 500 años en descomponerse.
Desde mi punto de vista, usar piel de la industria alimentaria le da una segunda vida y evita que estas pieles se desperdicien.
Otras alternativas veganas sostenibles, como el algodón orgánico, el cáñamo y el corcho, son más respetuosas con el medio ambiente. Prefiero incorporarlas a nuestras colecciones, junto con opciones recicladas.
Entiendo que es confuso y difícil decidir, así como lo es para nosotros decidir cómo hacer las cosas. Tan solo piensa en tus valores y cómo tus decisiones pueden afectar al medio ambiente.
Al final, por supuesto, lo más sostenible que cualquiera puede hacer es simplemente COMPRAR MENOS.
Barbara De Assis
DOLFIE PARADISE
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